Una vez más, nuestro post mensual gira en torno a esa pasión que compartimos: los abanicos. ¡Hay que ver cuánto nos gustan!
En el anterior post, nos fijamos en su papel a lo largo de la historia del arte, lo que nos hizo averiguar que había estado presente en muchos movimientos. Pero, esta vez, vamos a adentrarnos de lleno en otra de las cosas que más nos gustan: el cine.
¿Cuántas veces hemos visto una película de cine clásico español y nos hemos fijado en esas señoras de pueblo que se abanican en el pecho mientras se desarrolla la escena? Pues hoy es su día. Hoy se llevan el protagonismo gracias a su compañero más fiel: su abanico destartalado.
Son numerosas las referencias al abanico que encontramos en el cine, aunque, nosotras no nos conformamos con cualquier cosa. Por eso, hemos querido enseñaros los mejores ejemplos que hemos encontrado
Para empezar, nos ha encantado una pequeña película de las primeras que se realizaron en la historia del cine. ¿Adivináis quién podría estar detrás de una obra así? Pues claro, el maravilloso George Meliés (que no se note que somos súper fans de este pionero del cine). El nombre del mini filme es Le merveilleux éventail vivant, y es del año 1904. Si dedicáis tres minutos y medio a ver el vídeo que se esconde tras el link que os dejamos a continuación, fliparéis: LE MERVEILLEUX ÉVENTAIL VIVANT .
Nosotras, en ningún momento nos hubiéramos podido imaginar que apareciera ese gran elemento en escena, pero el nombre de la película llamó nuestra atención y lo estábamos esperando desde el minuto uno. Un gran abanico de siete varillas con un estilo muy rococó aparece de repente ante los dos personajes principales de la historia. Pero eh, ¡que la cosa no acaba aquí! No os lo vais a creer, pero las varillas se convierten en mujeres. Y diréis: muy bonito, pero ¿qué significa eso? Pues, para nosotras, es una forma de representar y alabar esa gran femineidad que se asocia al abanico. Y no nos puede gustar más.
Otra de nuestras elecciones es la película Lady Winmere’s Fan, de Ernst Lubich, 1925. Es de unos añitos más tarde, pero la historia también gira en torno al abanico y nos encanta. Amor, celos, infidelidades… Un montón de entuertos que se solucionan gracias a un abanico azul de la protagonista, cuyo marido le había regalado por su reciente cumpleaños. Si os gusta el cine clásico tanto como a nosotras, ¡ya estáis tardando!
Pero estas no son las únicas referencias cinematográficas del abanico en el cine. Hay muchas más esperando a ser descubiertas. Eso sí, no podemos acabar este post sin hacer una mención muy especial a la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), la cual, en la gala de los 32 Premios Goya, repartió abanicos rojos a todos los asistentes con el lema #MASMUJERES. Una clara reivindicación a favor de la presencia de la mujer en el cine. Un grito a favor de la necesidad de mujeres guionistas y directoras que construyan personajes femeninos que tumben para siempre el modelo machista de mujeres víctimas, dependientes o malvadas.
Nos vemos en el siguiente post con más curiosidades sobre la figura del abanico.